lunes, 15 de agosto de 2011

Cómo la psicología puede ayudar en la prevención de la trasmisión del VIH




La psicología, al igual que otras disciplinas, como la medicina, la biología, o la sociología, tiene un papel crucial en la prevención del contagio del VIH/SIDA, ya que la investigación epidemiológica ha demostrado que una gran cantidad de enfermedades, están estrechamente ligadas a factores comportamentales.

A lo largo de las dos últimas décadas, el mundo se ha enfrentado a una enfermedad que después de varios intentos para su erradicación ha logrado permanecer como una amenaza a la salud de la población mundial; hablamos del VIH/SIDA, enfermedad para la cual aún no existe cura, figurando como una de las enfermedades que más llama la atención en cualquier ámbito.
Lo que realmente sorprende de esta enfermedad es que, pese a los casi 23 años de que fue descubierta, el número de personas que se infecta y muere a causa del VIH/SIDA va en aumento, de tal forma que para el 2010, se calcula que existirán un promedio de 30 millones de personas muertas a causa del VIH/SIDA.
La información más reciente expedida por ONUSIDA, reporta que existen aproximadamente entre 34 y 46 millones de personas que viven con SIDA en todo el mundo, además se calcula un promedio de 14 mil nuevos casos diarios de infección por el VIH en el mundo, de los cuales cerca de 2 mil son menores de 15 años y el resto corresponde a personas de entre 15 y 49 años, siendo el 50% -de esos 12 mil restantes- mujeres y un porcentaje similar oscila entre los 15 y 24 años de edad entre hombres y mujeres. Aunque se ha logrado frenar la amenaza de la epidemia, aún no es suficiente lo que se ha logrado, ya que por cada caso de SIDA diagnosticado, han de considerarse de 3 a 4 casos más, puesto que aproximadamente el 90% de las personas que viven con el VIH/SIDA desconocen su estado de salud.
Los comportamientos relacionados con la adquisición del virus, han sido etiquetados como Conductas de Alto Riesgo y son de tres tipos: 1) las relacionadas con comportamientos sexuales; 2) las relacionadas con el manejo de sangre y hemoderivados y; 3) las relacionadas con los casos de drogadicción por vía intravenosa. Estas conductas tienen como característica en común, la ejecución de comportamientos instrumentales -que pueden ser de riesgo o de prevención- en donde existe un intercambio directo de fluidos tales como el semen, la sangre o los fluidos cervico-vaginales, los cuales en caso de estar infectados, son transportadores del VIH.
Dentro de las conductas de alto riesgo, las relacionadas con comportamientos sexuales representan la principal forma de contagio del VIH, lo cual sugiere que las prácticas sexuales pueden constituir, en sí mismas, factores de riesgo para la salud.
Desde una perspectiva funcional, el comportamiento funge como un eje mediador entre las características biológicas del organismo y las características socioculturales que le dan contexto.

Información mas detallada en el siguiente link:
http://sida-aids.org/

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